Registrar una marca en el Reino Unido puede parecer complicado al principio, pero siguiendo los pasos adecuados es un proceso bastante accesible. Eso es lo que te vamos a explicar en el siguiente artículo.

Tanto si estás empezando un nuevo negocio como si quieres proteger una marca ya existente, este artículo te guiará para que puedas registrar tu marca de manera segura y efectiva.

Asegúrate de que tu marca puede ser registrada

Antes de lanzarte a por el registro de tu marca, debes comprobar que cumple con algunos requisitos. El primero es que debe ser distintiva, única, no genérica. Tampoco debe describir directamente los productos o servicios que tu empresa ofrece. Y como ocurre a la hora de elegir el nombre, no puede ser similar a marcas ya registradas o que lleven a confusión. Se parece un poco a cuando eliges el nombre de una empresa.

Para ello, te recomendamos que hagas una búsqueda previa en la base de datos del UK Intellectual Property Office (UKIPO). Esto te permitirá averiguar si alguien ya ha registrado una marca similar. Es una consulta que puedes hacer gratis en su web oficial. Una buena investigación previa te ahorrará problemas y dinero en el futuro.

Clasificación de Niza

Cuando registras una marca en el Reino Unido, debes especificar para qué productos o servicios la vas a usar. Esto se hace mediante la clasificación de Niza, un sistema internacional que organiza productos y servicios en clases.

Una selección correcta de tu clase de marca es crucial para protegerla lo mejor posible.

Prepara la solicitud para registrar una marca en el Reino Unido

Una vez tengas claro el nombre, un posible logotipo y hayas seleccionado las clases, estás listo para empezar a preparar tu solicitud.

Para ello, necesitas saber que tienes que presentar los detalles del titular de la marca, que puedes ser tú o tu empresa. También necesitas tener lista la representación gráfica de la marca, una lista de los productos y servicios que ofreces. En último lugar, tendrás que proceder al pago de las tasas.

Puedes realizar proceso de presentación de la solicitud totalmente online a través de la página oficial de la UKIPO.

Tasas de solicitud para registrar una marca en el Reino Unido

Como te hemos señalado en el apartado anterior, el registro de una marca en el Reino Unido tiene un coste. Una sola clase tiene un coste de 170 libras. Cada clase adicional costará 50 más cada una.

Examen de la solicitud

La UKIPO revisará tu solicitud para asegurarse de que cumple con todos los requisitos legales. De haber algún problema, te remitirán un examination report, que es un informe en el que te explican qué debes corregir.

Normalmente, el proceso de examen de una solicitud de registro de marca dura unas 2 o 3 semanas.

Publicación y periodo de recursos

Tu marca se publicará en el Trade Marks Journal si no hay ningún inconveniente. A partir de ese momento, comienza un periodo de 2 meses, prorrogable a 3, donde terceras personas pueden oponer recurso al registro si consideran que afecta a sus derechos.

Si no hay más recursos, o estos se resuelven a tu favor, el proceso continuará normalmente.

Una vez superado el periodo para oponer recursos, recibirás el certificado de registro. Desde ese momento, tu marca estará protegida en el Reino Unido por un periodo de 10 años, renovables de manera indefinida.

Consejos adicionales para registrar una marca en el Reino Unido

Haz una buena planificación, ya que registrar una marca puede tardar entre 4 y 6 meses. Te recomendamos que te organices con tiempo. Del mismo modo, deberías proteger tu marca internacionalmente. Esto significa que, si no descartas ampliar tus ventas a otros países, considera registrar tu marca también a nivel internacional.

Por último, y como siempre, no dejes de solicitar el apoyo de un asesor experto en propiedad intelectual para que te ayude a agilizar el proceso.

Conclusión

Registrar tu marca en el Reino Unido siguiendo los pasos adecuados es una inversión inteligente para proteger tu negocio. Aunque el proceso requiere algo de atención, el esfuerzo merece la pena para garantizar que nadie más pueda usar tu identidad comercial.