Redactar un contrato de trabajo en el Reino Unido es una tarea fundamental tanto para empleadores como para empleados.
No se trata solo de un simple documento legal, sino de un acuerdo que define claramente las expectativas, derechos y obligaciones de ambas partes.
Aunque algunos contratos de trabajo pueden ser verbales o implícitos, la ley británica exige entregar una declaración escrita de los términos principales desde el primer día de trabajo.
¿Qué es un contrato de trabajo?
Un contrato de trabajo es un acuerdo legalmente vinculante entre un empleador y un empleado. Puede ser formalizado por escrito, verbalmente o a través de conductas que evidencien la relación laboral.
Sin embargo, siempre es recomendable tenerlo por escrito para evitar así malentendidos y posibles conflictos que puedan originarse.
¿Qué debe contener un contrato de trabajo?
Para cumplir con la ley del Reino Unido y proteger tanto al empleador como al empleado, el contrato de trabajo debe incluir ciertos elementos esenciales:
- Datos de identificación: nombres del empleador y del empleado.
- Fecha de inicio: también puede incluir si el empleo es fijo o tiene una duración determinada.
- Puesto de trabajo y descripción del rol: debe especificarse el título, las tareas principales y la localización del trabajo.
- Horario laboral: días y horas de trabajo, posibilidad de turnos, trabajo flexible o remoto, y si se espera disponibilidad fuera del horario normal.
- Salario: cantidad acordada, frecuencia de pago (semanal, quincenal o mensual), método de pago y cualquier bonificación o incentivo.
- Vacaciones y días libres: número de días de vacaciones pagadas (por ley, al menos 28 días incluyendo feriados), reglas para solicitarlas y tratamiento de días no utilizados.
- Condiciones de despido y renuncia: periodo de preaviso requerido por ambas partes.
- Periodo de prueba (si corresponde): duración y condiciones aplicables durante esta etapa inicial.
- Derechos relacionados con la maternidad, paternidad o permisos por enfermedad.
- Contribuciones a pensiones y beneficios adicionales: como seguros, coche de empresa o formación profesional.
- Códigos de conducta o políticas empresariales: ya sea incluyéndolos directamente o haciendo referencia a un manual del empleado.
Tipos de contrato de trabajo en el Reino Unido
En el Reino Unido existen diferentes tipos de contratos, dependiendo de la naturaleza del trabajo y las necesidades de la empresa:
- Contrato permanente a tiempo completo o parcial: no tiene fecha de finalización; puede adaptarse a diferentes jornadas semanales.
- Contrato de duración determinada: termina en una fecha específica o al completarse un proyecto.
- Contrato de cero horas (zero-hours): no garantiza un número fijo de horas. Es común en sectores como hospitalidad y cuidado.
- Contrato para freelancers o contratistas independientes: no se consideran empleados en sentido estricto, pero pueden tener acuerdos contractuales escritos.
Marco legal aplicable
Varios textos legales británicos regulan los contratos laborales, y su cumplimiento es obligatorio. Entre los más importantes se encuentran:
- Employment Rights Act 1996: define los derechos fundamentales del trabajador, como protección contra despido injustificado y derecho a preaviso.
- National Minimum Wage Act 1998: establece el salario mínimo legal.
- Working Time Regulations 1998: regula la jornada laboral, descansos y vacaciones.
- Equality Act 2010: prohíbe la discriminación por motivos de género, edad, raza, orientación sexual, religión o discapacidad.
Es esencial asegurarse de que el contrato de trabajo no contravenga ninguno de estos principios. Incluso si el trabajador firma un contrato de trabajo con cláusulas ilegales, estas pueden ser impugnadas y consideradas nulas.
Buenas prácticas al redactar un contrato de trabajo
- Lenguaje claro y directo: evita tecnicismos innecesarios y asegúrate de que ambas partes comprendan los términos.
- Adaptar el contrato a cada rol: aunque existen plantillas estándar, es recomendable personalizarlo según las responsabilidades y condiciones del puesto.
- Revisar y actualizar: ante cualquier cambio en las condiciones laborales, el contrato debe actualizarse y volver a firmarse si es necesario.
- Guardar copias: tanto el empleador como el trabajador deben conservar una copia firmada.
- Buscar asesoría legal en casos complejos: especialmente si se incluyen cláusulas sobre propiedad intelectual, no competencia, confidencialidad, entre otras.
En definitiva, redactar un contrato de trabajo claro, legal y completo es clave para construir una relación laboral estable y evitar conflictos. Más allá de la obligación legal, es una señal de profesionalismo, transparencia y respeto mutuo.