Abrir una empresa offshore en UK se ha convertido en una opción popular para empresarios. En un mundo globalizado, las empresas buscan estructuras que les permitan operar internacionalmente de una manera segura y eficiente. El término “offshore” suele asociarse con paraísos fiscales; sin embargo, se refiere a cualquier empresa constituida en un país diferente al de residencia de su propietario. Aunque el país británico no es lo que se conoce como un paraíso fiscal, ofrece una estructura legal sólida y una fiscalidad favorable en determinadas circunstancias. Anteriormente, hemos hablado sobre las ventajas de abrir una empresa en Reino Unido y cómo hacerlo desde España; puedes consultar los enlaces para más información. En este artículo exploraremos las ventajas de una empresa offshore en UK y cuáles son las consideraciones legales y fiscales para llevar a cabo este procedimiento.

Ventajas de una empresa offshore en Reino Unido

¿Qué es una empresa offshore?

Una empresa se considera offshore cuando está registrada en un país diferente al de la residencia fiscal del propietario o de la actividad principal. En Reino Unido, la forma más común de empresa es la limited company, la cual se registra en Companies House y se puede gestionar desde el extranjero, siempre y cuando tenga una dirección fiscal en el país.

Principales ventajas de tener una empresa offshore en UK

1. Reputación internacional y entorno jurídico estable

Una empresa registrada en Reino Unido tendrá mayor credibilidad, ya que, a diferencia de otras jurisdicciones offshore, es uno de los países con mayor transparencia, estabilidad y reconocimiento internacional. Tener una empresa en Reino Unido puede facilitar muchas cosas, como conseguir contratos internacionales o abrir cuentas bancarias en el extranjero.

2. Eficiencia fiscal y planificación internacional

Aunque el Reino Unido no se considera un paraíso fiscal, sí ofrece una fiscalidad competitiva. En primer lugar, el país tiene una tasa de impuesto de sociedades que va del 19% al 25%, la cual es más baja que en muchos países europeos. Por otro lado, normalmente, las empresas británicas solo pagan impuestos por ingresos generados en el país. Cabe aclarar que el Reino Unido tiene más de 130 tratados que evitan la doble imposición (para que los ingresos no tributen al mismo tiempo en dos países). Todo esto permite una planificación fiscal internacional eficiente, especialmente si los ingresos vienen de servicios digitales.

3. Registro rápido y sencillo

Crear una empresa en el Reino Unido es rápido, económico y se puede tramitar de manera online. Una empresa LTD puede registrarse en menos de 24 horas, sin necesidad de viajar ni de residir en el país. Puedes operar de manera totalmente remota, siempre que tengas un domicilio fiscal en el Reino Unido, al menos un administrador y un accionista. Por otro lado, no hay un capital social mínimo obligatorio, por lo que no hace falta que tengas grandes fondos.

4. Protección de activos

Una empresa LTD británica ofrece responsabilidad limitada, es decir, que tiene personalidad jurídica propia y el riesgo patrimonial de los socios se limita al capital aportado. Esta característica es especialmente relevante para empresas que operan en sectores con riesgos contractuales, financieros o regulatorios.

5. Confidencialidad

En comparación con paraísos fiscales como Panamá, el Reino Unido no ofrece un anonimato absoluto; sin embargo, sigue permitiendo cierto nivel de confidencialidad estructurada. Esto es conveniente para empresarios que no desean exponer sus datos públicamente, siempre que se cumplan las obligaciones fiscales de su país de residencia.

Consideraciones fiscales

Establecer una compañía offshore en Reino Unido implica cumplir con la normativa fiscal de ambos países (el de residencia y, en este caso, Reino Unido).

Por un lado, en Reino Unido, tendrás que registrar tu empresa correctamente en Companies House y presentar cuentas anuales, declaraciones de impuestos y mantener los libros contables y registros adecuados.

Por otro lado, en el caso de que residas en España, debes declarar tu participación en empresas extranjeras (modelo 720) y tener en cuenta que los beneficios que recibas pueden tributar en tu país de residencia.

Para no exponerte a riesgos innecesarios, lo ideal es que busques asesoría legal y fiscal especializada en tributación internacional antes de decidirte a crear tu empresa offshore.