Dirigir un negocio es un proceso complejo en el que existen multitud de responsabilidades y requisitos legales que se deben tener en cuenta para cumplir con las reglas estatales, por un lado, y para asegurar la rentabilidad de la compañía, por el otro. En este artículo, explicaré cómo administrar una empresa en Reino Unido.
Diferencias al administrar una empresa en Reino Unido según su forma jurídica
Impuestos
Dependiendo de la estructura empresarial que adopte una empresa, los impuestos y tasas que deberán abonar variarán. Por ejemplo, todas las clases tienen que liquidar su VAT siempre que obtengan unos ingresos anuales superiores a 90 000 GBP (107 500 EUR). O solo las sociedades limitadas y anónimas deberán abonar el Corporation Tax, mientras que las partnerships estarán exentas. En este artículo, se explican más en detalle los impuestos que cada empresa debe pagar según su forma jurídica.
Financiación
La forma de pedir financiación también es diferente entre estructuras legales. En ambos casos, pueden acceder a préstamos bancarios y, si se cumplen con ciertos requisitos, a subsidios públicos. Sin embargo, las partnerships no tienen permitido el intercambio de acciones por financiación de personas ajenas a la compañía. Esto sí está permitido en las limited companies, aunque no se puede hacer venta pública de participaciones.
Administrar el trabajo y los sueldos de los empleados de una empresa en Reino Unido
Es muy probable que haya que contratar empleados para un desarrollo correcto y eficiente de la actividad económica de la empresa. En Reino Unido, hay normas que dictan ciertos aspectos de las jornadas de trabajo de los empleados y su incumplimiento puede llevar a la empresa a demandas que acaben en multas, prisión para los directores o incluso el cierre del negocio.
Condiciones laborales
La duración semanal legal de la jornada de trabajo de un asalariado es de 40 horas. No obstante, como máximo, podrán ejercer su oficio durante 48 horas por semana, siempre que la media en un plazo de 17 semanas sea inferior a dichas 48 horas.
También están fijados los días de descanso y de vacaciones pagadas. Un trabajador tendrá derecho a 24 horas libres por semana y a 5 o 6 semanas de descanso remuneradas al año.
Otra cuestión que tener en cuenta es la edad de jubilación. El retiro forzoso a partir de los 65 años ya no existe y ahora no hay un límite de edad para trabajar. Actualmente, la edad de jubilación en Reino Unido se sitúa en los 67 años y es posible que aumente hasta los 68. Eso sí, es posible que una persona pueda acceder a una pensión más joven si cumple ciertos requisitos.
Salarios
El salario mínimo británico es de 1220 GBP (1460 EUR) al mes, aunque el sueldo medio se sitúa en 2930 GBP (3500 EUR) por mensualidad.
Sobre las horas extras o los horarios de trabajo nocturnos, no es una obligación legal ofrecer una remuneración añadida a los trabajadores, pero sí que es una práctica que los empleadores se suelen ofrecer a dar.
Seguro Nacional
El Seguro Nacional permite dar acceso a los trabajadores a las pensiones, a las bajas por maternidad y a otros tipos de subsidios.
Los empleadores deberán abonar un 13,8% de sus ingresos anuales que sobrepasen las 9100 GBP (10 900 EUR) en concepto de tasas del Seguro Nacional. Para los asalariados, dependiendo del dinero que ganen por año, deberán pagar unas tasas u otras, las cuales puede comprobar en este enlace.
Administrar la protección de la propiedad intelectual de una empresa en Reino Unido
Diseñar una imagen corporativa y ofrecer unos productos y servicios únicos y de calidad es lo que nos distinguirá de la competencia y lo que hará que nuestra empresa sea rentable. Por ello, es importante mantener su propiedad intelectual protegida por si, en caso de que alguien copie alguno de los elementos característicos del negocio, podamos ejercer acciones legales.
Según el tipo de producto, podremos aplicar un tipo u otro de garantía. Para nombres, logotipos o temas musicales registraremos una marca (trade mark). Para los diseños y decoraciones de un objeto, inscribiremos un diseño. En el caso de los contenidos artísticos (literatura, pintura, música, etc.) o para documentos web, habrá que conseguir el copyright. Por último, para inventos y productos, se deberá conseguir una patente.
Hay que tener en cuenta que, para cada proceso, los plazos para registrar cada elemento serán distintos.