El funcionamiento del VAT en este país resulta algo complejo y difiere del que podemos encontrar en naciones vecinas. En este artículo explicaré cuándo se aplica el VAT en UK.
¿Qué es el VAT?
El VAT (Value Added Tax) es un impuesto que grava el consumo, siendo similar al de otros países, como el IVA de España. Se aplica en la venta de bienes y servicios a los consumidores y son las empresas que ofrecen estos productos las que recaudan este impuesto, que deberán declarar trimestralmente ante las autoridades pertinentes.
Existen diferentes tramos de VAT en el Reino Unido según el artículo que se vende. Se aplicará un 20% extra sobre el precio total de la mayoría de los bienes y servicios, un 5% sobre productos sanitarios y energéticos y un 0% a la mayoría de los alimentos o libros.
Para declarar el VAT que recaudan, las empresas (ya sean compañías limitadas o anónimas, partnerships o autónomos) deberán registrarse en His Majesty’s Custom and Revenues (de aquí en adelante, HMRC) y presentar un formulario trimestralmente con el dinero recaudado, siempre que los ingresos de la empresa superen las 90 000 GBP (107 500 EUR) en un periodo de 12 meses (no tiene por qué ser un año natural). Debo mencionar que todas las empresas extranjeras deben registrarse en el VAT, con independencia de sus ingresos.
Encontrará más información sobre el VAT en esta página web y sobre otros impuestos que deben pagar las empresas en Reino Unido en este artículo.
Deducciones cuando se aplica el VAT en UK
El VAT está diseñado para que lo pague el consumidor al final de la cadena de producción y venta. Pongamos que una tienda paga 40 GBP por un videojuego a la empresa que lo ha creado, por lo que deberá 8 GBP a la HMRC. Después, vende este artículo al cliente final por 70 GBP, y este deberá 14 GBP en concepto de VAT, que pagará a la tienda.
Por lo tanto, este negocio debería declarar 22 GBP a la HMRC. Pues, siempre que estén registradas en esta entidad, las empresas podrán deducirse el VAT correspondiente a los gastos de empresa, es decir, que, en el anterior ejemplo, no deberá abonar las 8 GBP por la compra del producto.
Eso sí, para ser elegible para estas deducciones fiscales, se deberá presentar cierta documentación que acredite estos gastos, como facturas o cuentas anuales.
Cuándo se aplica el VAT en UK en importación y exportación de productos
Por una parte, para la importación de productos al Reino Unido, ya sean de países pertenecientes a la Unión Europea o ajenos a esta alianza, se aplicará el tipo de VAT estándar británico del 20%, el cual se debe pagar durante los procesos aduaneros.
Por la otra, si queremos exportar artículos del Reino Unido al extranjero, se suele aplicar una tasa del 0%, tanto a naciones pertenecientes o a aquellas no adheridas a la UE. Esto se hace con el objetivo de reducir la burocracia e incentivar el comercio internacional.
Otros usos del VAT en UK
VAT margin scheme
Se aplica a artículos de segunda mano, obras de arte u objetos de colección un extra del 16,67% del coste total. Funciona de manera que no se aplica VAT al precio de compra ni al de venta, sino a la diferencia entre ambos. Por ejemplo, si adquirimos un artículo por 100 GBP y lo vendemos por 150 GBP, deberemos declarar a la HMRC el 16,67% de 50 GBP, es decir, unas 8 GBP.
VAT flat rate scheme
Este esquema ofrece el pago de un tipo fijo de VAT, del 16,5%. Gracias a esto, se permite reducir el papeleo, además de ofrecer una estructura de pago de VAT más simple y predecible. Una empresa puede acogerse a este tipo fijo siempre que sus ingresos no sean superiores a 150 000 GBP (179 000 EUR), excluyendo VAT.
Representante fiscal
Las autoridades exigen a empresas extranjeras la contratación de un representante fiscal. Esta persona hará de enlace entre el negocio y las autoridades fiscales. Controla que las declaraciones de VAT sean precisas y asume la responsabilidad de varias tareas administrativas y relacionadas con los impuestos.
Penalizaciones
Registrarse en el VAT si se dan las condiciones previamente comentadas es una obligación legal. Si no se cumple, se pueden imponer multas o penas de cárcel. Dependiendo de cuánto sea el retraso, se aplicará una penalización de entre un cinco y un quince por ciento de los impuestos que se debían abonar, aunque la HMRC podrá imponer multas de hasta un 100% de impuestos no declarados.